Un año más, Palafrugell obtiene los distintivos de Bandera Azul en sus playas del Calella de Palafrugell, Llafranc y Tamariu. Este distintivo es un sello de calidad que otorga un tribunal internacional de la FEE (Fundación de Educación Ambiental), con la colaboración de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), que gestiona la campaña en el España. Este galardón, reconocido a escala internacional, valora y premia la gestión ambiental, la sequridad, las instalaciones, la prestación óptima de los servicios, la información y la educación ambiental. Asimismo, exige a las playas una calidad del agua excelente y a los puertos, una excelente gestión ambiental.
La obtención de esta calificación es el resultado de las medidas de gestión en las zonas de baño, las mejoras en los sistemas de saneamiento implantados en los municipios costeros y las medidas de control e inspección del medio hídrico.
Tamariu
El más pequeño y salvaje pero igual o más bonito de los núcleos costeros.
Situado al norte del municipio, entre rocas y vegetación, Tamariu está formado por una playa principal de arena gruesa con la cala de los Liris el sur, donde destaca una barraca centenaria, y la cala de Agua dulce en el norte, formada por rocas. Si seguimos el litoral por mar (con kayak, barco o nadando) o bien por carretera (el camino de ronda no pasa por este tramo) llegamos a la bonita cala de Agua Xelida. Y si tomamos el camino de ronda desde la cala de los Liris dirección sur nos llevará a Cala Pedrosa, donde también hay una antigua barraca.
Cada primer sábado de septiembre se celebra una Havaneras en la playa grande de Tamariu.
Llafranc
La bahía de Llafranc, su paseo, el puerto y el Cabo de San Sebastián hacen de estos pequeños núcleos uno de los más prestigiosos de la costa.
Llafranc viaja entre la tradición y la modernidad. Destino popular y de prestigio desde hace más de 50 años, la bahía de arena fina bordeada por un agradable paseo que llega hasta el puerto deportivo tiene como marco la iglesia de Santa Rosa de Lima con una prensa de vino romana junto y el Cabo de San Sebastián en el norte. En este punto encontramos las mejores vistas de nuestro litoral, además de un conjunto monumental formado por el Faro de San Sebastián, la Atalaya, la ermita y un poblado ibérico restaurado. También es un buen punto para emprender el camino de ronda dirección Tamariu, pasando por Cala Pedrosa, o para bajar en busca del Dolmen de Can Mina de los Torrents.
Como actividades destacadas tenemos Havaneras de Llafranc, el primer sábado de agosto, y el Mercado Loco cada primer sábado de septiembre.
Canadell
La playa del Canadell está ubicada en el núcleo urbano de Calella de Palafrugell, con un alto grado de ocupación y accesible a pie y en coche. Es de arena gruesa y pendiente moderada. Tiene una longitud de 250 metros y una anchura de 24 metros de media. El nombre tiene su origen en la palabra caña, en referencia a que era una playa donde había muchas cañas.
Como servicio de seguridad la playa tiene equipo de vigilancia, policía local, señalización de peligro y Cruz Roja. Además, la playa está equipada con los servicios de aseos, duchas, lavapiés, teléfonos, papeleras, ceniceros y servicios limpieza.
Las casas con fachada al paseo del Canadell y las edificaciones que cierran visualmente la playa por su extremo este están incluidas dentro del entorno de protección del conjunto histórico del Port Bo.
El paseo actual del Canadell fue proyectado y diseñado en 1976 por el arquitecto Joan Pericot y Garcia.
Port Bo
Las playas de Port Bo, en Calau y Malaespina forman un todo situado frente al núcleo urbano de Calella de Palafrugell y de sus arcos característicos ubicados frente al mar. Cada verano se celebra la popular cantada de habaneras de Calella, que convierte la playa en una grada espectacular donde la gente acude a pie de playa a escuchar uno de los sonidos de estilo
más marinero. Los arrecifes rocosos situados entre la arena gruesa y el mar crean distintos ambientes en la playa, que cuenta con 190 metros de longitud y unos 15 de ancho. Las barcas varadas en la arena contribuyen a ofrecer una imagen de postal, muy conocida por los amantes de la Costa Brava. El acceso a la playa es fácil tanto en coche como a pie.
A destacar: cada verano se celebra en la playa la popular cantada de habaneras de Calella, que convierte la playa en una grada espectacular.